Kat Boxing

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Galería Homenaje 100 años del
Comic en Chile

A LA CAZA DE DON GATO


Rafael Valle M.
Extraído de la Tercera del jueves 25 de marzo de 1999, y facilitado por Daniel Bernal de Temuco (danber_x@hotmail.com).

En Junio del año pasado, una idea casi descabellada surgió en las cabezas de Jorge David y Kuanyip Tangol : hacer una editorial de cómics a la manera de las compañías norteamericanas como DC, Marvel o Image. O sea, reclutar a un selecto grupo de guionistas, dibujantes y entintadores, y pagarles un sueldo para que dedicaran tiempo completo a crear revistas de historietas made in Chile que pudiesen venderse en los kioskos de manera mensual. A lo grande.

En cinco meses de vida, Dédalos Ediciones -"por el que quería volar", como explican sus creadores- ha puesto seis títulos en los kioskos entre series fijas (Rayén, Medianoche, Salem) y números especiales (Tiro de Gracia, Sicario y Pato Lliro), vendiendo una cifra cercana a los 20.000 ejemplares. Transformándose en una apuesta tan ambiciosa como refrescante para el medio local, y en un producto de exportación que ya está llegando a Uruguay.

Concebido como un One-Shot (revista de una sola entrega que podría continuar si la respaldan buenas ventas), Kat Boxing se agregó esta semana al creciente catálogo de Dédalos, que para abril promete también el estreno de la saga Amén (Acción Metahumana Encubierta).

Francisco Amores, en el guión, y Dreg, en dibujos, sitúan la acción en Agosto, una ciudad de hombres-gato donde el inescrupuloso Sr. Cheshire, un felino gordo y siniestro, se gana la vida organizando peleas clandestinas de Kick Boxing. El tipo es una especie de Padrino al que el departamento de policía, encabezado por la bella detective Kati, intenta echar el guante infiltrando a sus propios luchadores en el negocio. En ese escenario se mueven, entre otros, Felix, un joven inexperto y temperamental; Tom, su mejor amigo y as de las patadas y puñetes; su novia Josie; y Birmano, el asesino regalón de Cheshire (nótense los guiños gatunos).

Con los códigos del manga (cómic japonés) como principal soporte narrativo, la constante exhibición de artes marciales se acentúa con el tratamiento cinematográfico de las viñetas. Dreg, un verdadero talento de los lápices y la tinta, combina el apego a la clásica iconografía nipona, con sus personajes de ojos grandes y cabellos indomables, con un inteligente tratamiento gráfico donde el uso de tonos grises a lo largo de 28 páginas en blanco y negro se encarga de enfatizar la tensión, el dramatismo, la violencia y la velocidad del relato. Velocidad, de hecho, es lo que sobra, ya que Amores no se da mayor tiempo para preámbulos o presentaciones. Las personalidades y motivaciones de héroes y villanos se van revelando a la par de los golpes. Sin tregua, tal vez por la propia presión tácita de una historia autoconclusiva.

Kat Boxing es una historieta que bebe de las aguas de las series policiales, las películas de gángters y los filmes de marca registrada en Oriente, y que, a partir de esa mezcla, tiene un amplio campo de exploración. Sólo falta poner un poco de freno al torbellino de zarpazos sobre los tejados. Y empezar otra prometedora bolsa de gatos.


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