Máximo Carvajal

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Galería Homenaje 100 años del
Comic en Chile
(Extraido de la revista Bandido Nº 3)

Desde muy pequeño estuvo cercano al mundo del arte. Quizás su afición por las historietas empezó en el Bellas Artes de Viña del Mar, donde con sólo 9 años el profesor de grabado Carlos Hermosilla Alvarez, lo metía "a la mala" a las clases, incluso a las más prohibitivas de aquella época, la de figura humana con modelos desnudos. "Era como un alumno oyente chiquitito", como él mismo comenta hoy.

Pero ya un año antes había hecho su primera historieta, como un juego, una diversión como cualquier otra. Curiosamente todavía hoy tiene ese material que guarda junto con los demás originales de sus historietas, donde puede apreciarse claramente la evolución que ha sufrido su estilo.

A los 15 años deja Valparaíso y va a Santiago, entra a Artes Aplicadas donde hace las mismas cosas que en el Bellas Artes, pero ahora como alumno regular. Se despierta en él la decisión e ilusión de vivir para y por el comic. Sueño utópico que es común a incipientes artistas, que ven frustradas sus ilusiones por una realidad aplastante de un medio dificilísimo. Sólo unos pocos pueden realizar sus sueños.

- Máximo, ¿Cómo fueron us inicios profesionales?

- Bueno yo estaba trabajando en Estudios Norte, que era un taller de silscreen (lo que hoy se conoce como serigrafía) y llega un momento en que conozco al dibujante oficial de la revista Vistazo, hablo con el director, Luis Enrique Délano -el escritor ya fallecido-, yo tenía una historieta que iba a mandar a México, en un aviso de un diario ponían que pagaban US $ 40 por el relato de un hecho histórico real. Yo inventé los hechos por que en el fondo quería dibujar aviones, así que inventé algo con aviones. Pero le gusta mucho a Délano y lo publica. En ese entonces yo tenía como 19 años.

- Pero me dijeron que tu había creado una revista...

- Sí, fue al poco tiempo de salir de Estudios Norte, y ocurrió de manera muy simpática. El jefe de hípica del Clarín, Rafael Fuentes había leido el relato aparecido en el Vistazo y me busca, converso con él y salimos a la calle. era un día nublado con lluvia, se detiene en un quiosco y comienza a comprar revistas, me las pone en la manos y me dice : "Mire yo quiero algo así, haga una revista". Me da dinero para los gastos y yo me pongo a trabajar y sale en 1955 la revista Ventarrón, que la dibujaba completamente solo, hice 3 personajes : Ventarrón que ea un boxeador; un buzo y un policía, que ahora no me acuerdo como se llamaban. La revista tuvo buena aceptación pero pertenecía a la editorial María Blasco, la que pasó por un mal momento, así que yo sigo trabajando como dibujante en el Clarín y después paso a El Mercurio como dibujante de publicidad.

- En aquella época ¿tenías alguna influecia de algún dibujante en tu estilo gráfico?

- Partí influeciado por Milton Caniff en el aspecto gráfico, después pasé a Hugo Prat, y mi maestro de narrativa fue Oesterheld, seguí un poco su línea en cuanto a relato escrito.

Oestreheld produjo un cambio tan grande en la historieta que todavía no se borra.

Después mi admiración por otros gallos como Alex Raymond o en la actualidad Serpieri, influenciaron mi dibujo a lo mejor inconcientemente.

- En el último tiempo te has especializado en el género de ciencia ficción o fantasía. ¿Es tu preferido?

- Si, desde luego. Soy un gran amante de la ciencia ficción, leo a grandes novelistas del género como Bradburm, Clarke, Asimov, Sturgeon, etc.

Y sabes hay algo interesante que hacer notar en este aspecto. en 1963 conocí a Themo Lobos y él me comentó que quería sacar una revista de ciencia ficción. Empezamos a trabajar, la revista sale en 1965 y yo me retiro de El Mercurio. Se llamaba Rocket, en el fondo la revista era de Zig-Zag, después Themo se fue y la editorial decidió sacar la revista con otro nombre, que fue Robot, lo importante es que estas dos revistas son básicas en la ciencia ficción en Chile y posiblemente en gran parte del mundo, ya que en Francia el Pilote no estaba dedicado a la ciencia ficción y lo único que se conocía en este aspecto era lo clásico, Flash Gordon, Buck Rogers, etc.

- ¿Qué pasó con máximo Carvajal cuando vino la gran crisis de la década de los '70 para los comics?

- Bueno en el '73 se acabaron casi todas las revistas. Formamos una sociedad con Patricio García y empezamos a hacer algunas cosas que las vendíamos para Pincel, pero también estaba la posibilidad de venderlas para España, incluso creo que compraron 3 ó 4 capítulos.

Estuvimos en esto como un año o año y medio, después vino una mala época hasta que en el '75 empiezo con Dina y Nino en la tierra perdida de Mu, que lo publicaban en Mampato, Ya Amstrong había muerto. A Luckas (dirigió un tiempo la revista) también le interesa y lo publica, pero después le suceden una serie de directores que no entendían mucho en ésto -y eso fue fundamental en la desaparición de la revista- y con los cuales tuve algunos problemas, por ejemplo la segunda parte de Dina y Nino fue rechazada por que la encontraron pornográfica y todo se debió a que una niña aparecía con el torso desnudo.

- Y después trabajas en el suplemento de historietas del diario La Tercera.

- No, un poco antes estube trabajando para Inglaterra y Europa, haciendo historietas de guerra, las típicas de la 2ª Guerra Mundial, los ingleses contra los alemanes y con todas las relaciones típicas, soldados ingleses valientes, alemanes tontos, etc.

- ¿No te sentiste menoscabado al tener que dibujar cosas tan simples y obvias?

- No, a mi me gustan mucho las historias de guerra, porque para dibujar cosas bélicas tiene que gustarte, desde un punto de vista gráfico por supuesto. Además la parte económica convenía, porque pagaban en libras. Lo único malo era que la empresa que nos compraba los dibujos no nos permitía firmarlos, así que todo mi trabajo para ellos es anónimo.


AXO
uno de sus personajes
más conocidos


- ¿Cómo es tu estilo para realizar una historieta?

- Empiezo pensando en una idea básica que es muy esquemática y que la voy adornando, sacando o poniendo cosas, hasta que se convierte en un pequeña obrita, con un desenlace inesperado si es de ciencia ficción. Yo boceteo muy suelto en páginas chicas y muchas veces me gusta más esto que la historieta terminada. No trabajo como el guionista, este escribe un guión a máquina, yo lo pienso y lo dibujo enseguida, lo veo en imágenes.

- ¿Cuáles son tus dibujantes preferidos?

- Bueno, de los nacionales en la parte cómica me gusta mucho el estilo de Themo Lobos, el Gato y también el de Nelson Soto. Y en el estilo serio, Julio Berrios y Mario Igor son muy buenos.

De los internacionales Moebius, Bilal o Serpieri, son geniales.

- Ahora que separaste el comic humorístico del realista, ¿por qué crees tu que los personajes cómicos han tenido mayor aceptación y éxito en nuestro país que los personajes serios o de estilo real? Es un fenómeno muy marcado en Chile, no así en otros lugares.

- Eso es algo que no lo entiendo muy bien. Pienso que este país partió con revistas muy satíricas como : Corre-Vuela, Pobre Diablo, Pingüino, Viejo Verde, etc., todas esa gama de cosas han hecho que la gente se acostumbre al humor gráfico, además puede ser que las personas que querían dibujar se metieron en ese tipo de cosas. Creo que la primera revista que traía cosas serias era El Peneca. Aunque los dibujantes recién empiezan a dibujar historietas realísticas en el Okey, en ella Mario Igor hizo La Marca del Escorpión, que todavía -con el tiempo que ha pasado- sigue siendo muy buena.
EN LA ACTUALIDAD

La capacidad y el manejo del dibujo que ha adquirido Máximo Carvajal en sus años de profesión le han permitido trabajar en cosas muy ligadas al mundo del comic.

Colaboró con Alvaro Arce -cuando existía Grafilms- en la realización de los dibujos animados de Condorito. También con Jaime Castro, haciendo unos episodios de los Pitufos, que Hanna Barbera encargó a un estudio de animación en Argentina donde trabajó Castro.

También enseño historietas en Los talleres 619 durante un año, de su curso aparecieron vario de los dibujantes jóvenes con más futuro en la actualidad.

Además Máximo fue presidente y parte importante de la Asociación de Historietistas e Ilustradores de Chile.

- Por que se formó esta asociación, y que pretenden conseguir.

- En realidad ya se han formado como ocho, esta es la novena, y yo he sido parte de la directiva en las dos o tres últimas. El núcleo de la que ahora está funcionando está formado por gente muy jóven, casi todos empezaron en las revistas underground.

Todo esto busca crear facilidades para los dibujantes, poder sacar más revistas, tener más trabajo, exigir un precio mínimo por página y servir de protección para el dibujante, a lo mejor se puede sacar alguna ley, que existe en otros países, en el cual por ponerte un ejemplo, el 80 ó 90% de lo que se publique en los diarios -en cuanto a dibujos- sea de factura nacional.

- ¿Cómo ves el movimiento actual del comic nacional?

- Yo pienso que se está produciendo una efervecencia, porque se produjo un vacío, un hueco increíble de 14 ó 15 años de algo que siempre existió, que fueron las revistas de comics.

- ¿Qué futuro le ves?

- Le veo un gran futuro, creo que hay un campo que estaba abandonado, virgen en dos aspectos, se pueden hacer muchas cosas y los lectores también pueden comprar muchas revistas, lo que hay que hacer es tener revistas factibles en cuanto a precio.


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